Tato, no digas sandeces


Tato, no digas sandeces

por Rodrigo Fernós



Tato Rivera Santana acaba de criticar el cierre gubernamental de miércoles y jueves (hoy) de la administración actual debido la imponente tormenta Isaac.  El eminente peligro no ameritaba la perdida de trabajo y actividad económica durante estos dos días.  Para el candidato a la legislatura, la distancia de la tormenta a la isla aumento y esta nunca se fortalecido--reclamo hecho hoy mientras la tormenta ha estado pasando al sur de la isla.  También alega que el cierre fue un intento de desviar atención de la recién fallido voto "Si" a la limitación de la fianza. Finalmente, Rivera Santana alega haber estado haciendo el comentario 'en serio'.

Tato, no digas sandeces.  

Toda información meteorológica del martes apuntaba que sus vientos y lluvia iban a firmemente rozar por la isla. Es mas, la NOAA había REDUCIDO sus proyecciones iniciales, acercando la tormenta a la isla y poniendo vientos fuertes sobre Puerto Rico--algo que alertó a quienes estaban mirando la data detenidamente.  La amplitud de sus vientos--el diámetro sobre el cual se extendía--era mayor que lo 'normal' y lo había sido así desde el medio Atlántico.  El agua también estaba a buena temperatura, de 84F, propicias para el fortalecimiento de huracanes.

Pero Isaac era una de esas tormentas que cumplen con solo algunos criterios de formación. Hacia el norte, su 'wind shear'--la disparidad de vientos en una columna vertical--era 40 hacia el norte, mientras que hacia el sur era 20 nudos. (Si es 20 nudos o menos, es propicia para la formación de un huracán.) Igualmente estaba rodeada por aire relativamente seco, que prevenía la 'energía de combustión' (su gasolina) para desarrollarse. 

 En fin, era una tormenta sumamente difícil de predecir con respecto a su crecimiento, y en este respecto el gobierno hizo lo correcto y prudente en cerrar las escuelas y oficinas gubernamentales por ambos días.  De no haberlo hecho, hubiese puesto en riesgo la vida de miles de personas.  Los pleitos hubiesen sido lo menos del cual el gobierno se hubiese tenido que preocupar.

Lo que mas me sorprende sobre los comentarios de Rivera Santana es que estamos en tiempo de huracanes. TODOS los años viene esta temporada, la peor entre agosto 15 y septiembre 15.  Peor aun, a pesar de que TODOS los años ocurre la misma cosa, la gente SIEMPRE espera hasta el ultimo momento para hacer preparativos.  Quizás esta conducta local es el resultado de su variada presencia y peligro, decidiendo optar por reducir los posibles gastos.  Pero, en consideración, es una conducta peculiar al ser opuesta a aquella que se da las mismas condiciones para juegos de apuesta y al azar--en el cual la probabilidad y grado de ganancia es tan inverosímil y con aun menos probabilidad.  Mientras que tomar acción previo a un huracán es evitar una pérdida, la acción en el juego del azar es para alegadamente 'ganar' dinero. Pero, como todos sabes, tiende a ser opuesto a lo esperado: el que juega en la mesa y en los caballos pierde su dinero, mientras que aquellos que toman medidas prudentes resultan 'ganando' a la larga.

Podemos sugerir que el voto a la reforma constitucional fue realizado en el medio de agosto precisamente porque la administración Fortuño sabía que había un alto nivel de probabilidad que una tormenta pasara, ayudando así a 'borrar' de la memoria colectiva su esfuerzo de encerrar la población por la mas mínima de excusas.

Más importante y racional aun, seria darle ponderada consideración a llevar el periodo de Navidades--periodo feriado para climas norteños durante temperaturas extremas en el invierno--hacia los meses de agosto y septiembre.  Esta movida tendría mayor consonancia con las actuales realidades de islas caribeñas como la de nosotros, en vez de estar siguiendo patrones culturales que francamente están en completo desfase con nuestra actual realidad.  Nuestros "inviernos severos" vienen en Agosto-Septiembre, no Diciembre-Enero y por lo tanto cuando entonces deberíamos de tener las "navidades".  

El cambio también tendría el beneficio en implícitamente preparar a toda la población para posibles eventos serios como lo son todos los huracanes, en vez de lo que actualmente ocurre (ie ausencia de preparación).  Mejor aun, se podría utilizar para darle énfasis al mantenimiento de nuestras infraestructuras--una constante y eterna queja de la gerencia gubernamental.  Quizás es nuestra increíblemente solida infraestructura que nos ha cegado con los años a tomar los huracanes en serio--como hace Tato Rivera Santana.




© 2014 Rodrigo fernos riddick